El teatro United Palace del alto Manhattan acogió con resonante éxito el espectáculo "a Reír con Miguel y Raymond en Primera Clase" con la participación de invitados de lujo, que por más de dos horas se encargaron de divertir a la multitud que llenó más allá de su capacidad el recinto.
Raymond Pozo y Miguel Céspedes, en una producción general de Alberto Zayas, recibieron en escena al veterano Cuquín Victoria, Fausto Mata (Boca de Piano), Giovanny Polanco y a Sergio Vargas.
De merengue y humor
La música y el humor se dieron la mano durante la noche, sin embargo, los actores fueron los grandes protagonistas, a pesar de que Sergio Vargas sigue demostrando que su música ocupa un lugar privilegiado en la diáspora dominicana.
Vargas tuvo como director a su maestro, Dioni Fernández, y con la complicidad de sus amigos, Charlie Rodríguez y Pablo Martínez.
Raymond Pozo retomó el escenario con sus personajes de Omega, Joseph Cáceres, Tubérculo Gourmet y Pablo Escobar, con excelente acogida. Pero la sorpresa de la noche fue cuando personificó al personaje de Palito de Coco, el haitiano Rumai, vendutero que logró "popularidad" con su peculiar estilo de pregonar el 'Palito de coco'. La respuesta no pudo ser mejor y dio paso a la excelente personificación que hace Miguel Céspedes de Francesca, la de "Ánimo, ánimo, ánimo".
Raymond y Miguel estuvieron acompañados del elenco de sus respectivos programas de televisión. Los integrantes interactuaron en más de una ocasión, sobre todo en el acertado segmento en el que caracterizan a Romeo Santos, Raulín Rodríguez, Anthony Santos y a Luis Vargas.
Veteranía y talento
Cuquín Victoria ha ganado fama como actor cómico en la televisión y el teatro. Su estilo de hacer humor recuerda su acertado desempeño en programas en los que trabajó junto a figuras como Freddy Beras Goico, Luisito Martí, Milton Peláez, Cecilia García y Felipe Polanco, entre otros.
Fausto Mata, Boca de Piano, hizo una rutina junto a Cuquín Victoria. Su participación no fue mala, sin embargo usó, en uno que otros momentos un lenguaje impropio, sobre todo porque entre la multitud habían menores de edad. No reparó en eso y en su intento por hacer reír, su actuación no fue del agrado de uno que otros asistentes que lo criticaban soterradamente. Mata, quien ha emergido con un excelente actor cómico, vio que su popularidad ha crecido y pese a las fallas indicadas, la multitud quedó a sus pies.
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