El célebre maestro italiano Giuseppe Verdi, compositor de 28 óperas, entre ellas “Aída”, “Rigoletto” y “La Traviata”, perdura en el recuerdo de Busseto, su pueblo natal, que celebrará al igual que toda Italia el bicentenario del nacimiento de su hijo predilecto. Pese a la fama que cosechó en el mundo, Verdi nunca quiso alejarse de la casa familiar, cuya modestia sorprende, ubicada en la pequeña aldea de Roncole, cercana a Busseto, en Emilia-Romaña.
Situada en una avenida, el hotel-panadería de sus padres resalta por su simplicidad. Al héroe nacional, que popularizó la lírica, narrando la historia de “héroes” incómodos para la sociedad, los italianos siguen rindiendo homenaje y veneración. El genio surgido de la nada, que a fuerza de trabajo y empeño se convierte en ídolo, el defensor de una Italia unida en el agitado siglo XIX, debe mucho al rico negociante Antonio Barezzi.
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