sábado, 26 de octubre de 2013

Derbez conquista a Hollywood



Con la película “No se aceptan devoluciones”, el actor y productor mexicano Eugenio Derbez ha conquistado a Hollywood. Con $43 millones, dicha producción se ha convertido en la película hispanohablante más vendida en la historia. Y aunque en Hollywood apenas empiezan a conocerlo, en Latinoamérica todos saben quién es él. 

El comediante Eugenio Derbez bromea al decir que le tomó 12 años convertirse en una estrella “de la noche a la mañana”. Fuera del sin sentido, lo cómico es que le tomó mucho más tiempo. En Latinoamérica es reconocido por producciones como “La familia P. Luche”, “XHD?BZ”, “Derbez en cuando”, “Al derecho y al derbez” y “Cachún cachún ra ra!”.
Ahora este ídolo de la comedia dio un enorme salto como director y productor con su ópera prima en el cine: “No se aceptan devoluciones”, al irrumpir con un filme distinto que coescribió, dirigió y protagonizó y con el que causó extrañeza en el ortodoxo mundo de Hollywood. ¿Cómo una producción en español de un recién llegado ganó, en menos de dos meses, $43 millones, cuando costó una novena parte?

“Para los americanos fue como: ‘¿Y este de dónde salió? ¿Por qué la gente va a verlo? ¿Por qué la gente va a ver sus películas? ¿Quién es?’”, dijo Derbez. “Es un trabajo de muchísimos años de estar cultivando este público en Estados Unidos”.

Derbez afirma que la idea para hacer la película surgió hace 12 años y que solo hasta ahora consiguió el dinero para producirla. La historia es la de un mujeriego en Acapulco que un día tiene que asumir una paternidad no deseada luego de que una de sus amantes le deja una bebé.

Pese a que la película casi no recibió críticas en los medios, ascendió rápidamente al ranking de las cinco más taquilleras en su primer fin de semana. Fue también el estreno en español más grande y rompió el récord como la película hispanohablante más vendida en la historia, destronando a “El laberinto del fauno”, del director mexicano Guillermo del Toro.

Por otra parte, en sus inicios el comediante creyó que la forma más fácil de ser actor era interpretar a un galán o a un villano en una de las muchas telenovelas que se producen en México cada año. Fue hasta finales de los 80 cuando su camino se empezó a aclarar. Según Anabel Ferreira, actriz pionera en la parodia, Derbez “desarrolló un estilo muy de él”. Recalcó que él “es una persona que no está imitando a nadie. Se ha encontrado a sí mismo como actor”.

Sus excéntricos personajes flecharon a los televidentes y sus diálogos se convirtieron en parte del folclore, incluso en expresiones mexicanas como: “Cállese, no me interrumpa”.

En cuanto a su reciente éxito, el logro de la película va más allá del personaje al que Derbez da vida. “Si él puede triunfar en este mercado, los migrantes también”, dijo Rick Nájera, autor del libro “Almost White”. Argumenta también que Derbez “se ha convertido para muchos migrantes en un modelo de esperanza”.

Un precedente exitoso es “La misma luna”, escrita por la mexicana Ligiah Villalobos y dirigida por la también mexicana Patricia Riggen, en la que aparecen Derbez y Kate del Castillo, que ganó $12.5 millones.

Por ahora Derbez dice que hay mucha gente que quiere reunirse con él. Está leyendo guiones y reveló que quiere hacer un proyecto familiar después de comenzar el rodaje de la versión mexicana de “Saturday Night Live”.

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