La grasa era real: Christian Bale tuvo que engordar para su papel de estafador en “American Hustle”, por el que está nominado a un Óscar. “Ahí me doy cuenta de que me estoy haciendo mayor”, confesó a la revista USA Today. “Antes dije que perdería peso en dos meses. Pero sigo en eso y ya han pasado seis”.
Aun así, la apuesta física ha merecido la pena: Bale, que cumple 40 años el jueves, podría llevarse su primer Óscar como actor protagonista y vuelve a atravesar un gran momento en su carrera. Y a su hija, nacida en 2005, le hicieron gracia sus nuevas curvas. “Siempre me apretaba la barriga y decía: ‘¡Te han salido pechos papá! ¡Mira! ¡Pechos, pechos, pechos!’ Se lo pasó realmente bien”.
Bale nació en Gales en 1974 y desde hace tiempo se le considera uno de los actores más camaleónicos de Hollywood. Hijo de un empresario y una artista, Bale aprendió pronto lo que era ponerse delante de una cámara. Ya de niño participó en anuncios publicitarios y con solo 13 años recibió su primer gran papel en la película de Steven Spielberg “El imperio del Sol”. Poco después sus padres se separaron y Bale se mudó con su padre a Los Ángeles.
En estos primeros años no paró de trabajar, con éxitos de taquilla como “Mujercitas”. Aunque su talento camaleónico no se hizo patente hasta años después: primero como psicópata en “American Psycho”, después en “El maquinista” y más tarde tuvo que sacar músculo para encarnar a Batman en la trilogía de Christopher Nolan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario