Apuntes de Danza para la Historia, "El poder es más importante que el dinero" Olga Espaillat

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Capitulo I 

Olga Espaillat, alumna de Hertha Brower

Por Jorge Mendoza

"El poder es más importante que el dinero"

Olga Espaillat

Tras varios intentos fallidos, aquel jueves 3 de octubre, durante la celebración del Festival de Danza Contemporánea 2013 (EDANCO), finalmente realicé la entrevista a la señora Olga Espaillat en el lobby del Palacio de Bellas, muy consciente de que tenía ante mí el testimonio viviente de la obra de Hertha Brower en República Dominicana en la década del 40 del siglo XX. Sin embargo, conversamos animadamente los noches previas a la entrevista antes de cada presentación y este articulo es el resultado. Olga Espaillat, es una testigo excepcional de la época, que bailó como figura principal con Liliano Angulo y Somá en piezas como El vals fantástico. Contrario a otras compañeras suyas, ella era bailarina de carácter, cualidad que le granjeó la simpatía de Emilio Aparicio cuando, junto a Lina Levatón, Interpretó un papel en Falsa Amistad y el director español la invitó a continuar a seguir incursionando en el teatro.

Urania Montas, directora de la escuela Normal de Señoritas un día la encontró en la biblioteca de la escuela y le preguntó si deseaba tomar clases de ballet y ella aunque quería ser pianista, aceptó inmediatamente con tal de evitar practicar un deporte que odiaba y que era obligatorio en la escuela. Al parecer, según nuestra entrevistada, ya la maestra había conversado con Flor de Oro Trujillo, quien se encargaría de subvencionar la academia de danza. Poco tiempo después llegaría una avalancha de regalos para el proyecto.

Olga Espaillat, nacida en 1925, conserva la belleza de unos ojos claros, de mirada penetrante, ese humor socarrón que compartía con Somá en momentos de descanso –entre ensayos y clases transcurrían unas 6 o siete horas- y la energía para bajar o subir escaleras sin ayuda. Debutó a los 16 años. Nunca ganó dinero por bailar aunque llegó a presentarse junto a Tongolele, Alberto Beltrán y Tito Guizar.

-“Veo a las personas como un cristal “- afirma, gracias a su experiencia como profesora. Se graduó como maestra de segunda enseñanza en la especialidad de sicología y pedagogía. Una conversación con ella confirma su amor por la lectura. Ha sido lectora voraz y memoriza con facilidad fragmentos de poemas, pensamientos y sobre todo, recuerdos muy precisos de la dictadura de Trujillo, que contará en su autobiografía con lujo de detalles. Trujillo mató a cinco miembros de su familia, entre ellos, a Luis Conrado del Castillo.

-“Si yo pudiera trasmitirte mis imágenes para que me vieras bailar como yo lo hacía, verías la película”- me confiesa. Esa misma noche, al finalizar la función, subió al escenario y noté que deseaba bailar también. Lo cierto es que esas fílmicas que prueban su talento y el de otras alumnas de la época probablemente existen todavía. Cuenta que en cierta ocasión durante unos ensayos llegaron unos camarógrafos, tomaron fotos y las filmaron. Para ellos, las estudiantes interpretaron El lago de los cisnes. Cuando las imágenes fueron vistas por un empresario le propusieron un contrato de trabajo que la llevaría por varios países, pero su padre se negó. Y de esa manera su sueño de consagrarse como bailarina se fue desvaneciendo.