Casi desnuda, bajo una túnica de fina y traslúcida malla con miles de cristales que combinó con un pañuelo en la cabeza hecho del mismo tejido del vestido, la cantante de pop Rihanna fue coronada el pasado lunes en la noche por la élite de la moda neoyorquina como ícono “fashion” del año, celebrando su gusto y, sobre todo, su audacia.

El brillo de los 200,000 cristales Swarovski incrustados en su traslúcido vestido, creación de Adam Selam, un fiel en el guardarropas de la cantante, apenas disimulaba sus pechos y derriËre.
A RESALTAR
Aunque Rihanna despertó las miradas de los espectadores, el premio más importante fue a parar a manos de Joseph Altuzarrael como diseñador del año a la mejor colección femenina, que dejó atrás a sus compañeros de nominación, Alexander Wang y Marc Jacobs. En la categoría masculina, se impusieron los diseñadores de Public School, Maxwell Osborne y Dao-Yi Chow, mientras que en la categoría de accesorios, las vencedoras fueron las hermanas Olsen con su firma The Row.
No hay comentarios:
Publicar un comentario